Piensa en una vivienda de estilo industrial. Seguro que te imaginas un espacio cosmopolita y urbano en el que predominan los espacios diáfanos, el color negro y los acabados en acero. Si te gusta el estilo pero no quieres ceñirte por completo a él, hoy te traemos una idea novedosa para que multipliques tus opciones a la hora de decorar tu salón: la decoración rustica industrial.
Cómo conseguir una decoración rústica para el salón
La decoración rústica industrial es la nueva tendencia en interiores. Las casas de campo y las viviendas rústicas contemporáneas han encontrado en esta ecléctica vertiente la aliada perfecta para resaltar lo mejor de ambos mundos. Y es que uno y otro pueden convivir sin problemas en tu vivienda si sabes cómo integrarlos.
Ladrillo rústico en paredes
Si tuviéramos que señalar un elemento que una lo rústico con lo industrial, ese es el ladrillo visto. Atemporal y de gran valor estético, te servirá de piedra angular con la que acoplar dos estilos con personalidad propia. ¿Tu casa no dispone de este elemento estructural expuesto? ¡Créalo entonces!
Puedes emplear el ladrillo en una de las paredes de tu salón como punto focal dejando que todo el protagonismo recaiga sobre él. Con una pared con textura podrás prescindir de decoración superflua que no aporta nada al espacio. De hecho, liberar de elementos decorativos los muros es una de las características definitorias del estilo rústico.
La propia rugosidad de la superficie es más que suficiente para embellecer por sí misma y sin artificios la habitación. Su carácter, aparentemente inacabado, se complementa a la perfección con un mobiliario de líneas puras y sofisticadas como las que caracterizan al estilo industrial. El contraste de lo moderno con lo rústico consigue crear un ambiente único y cargado de identidad.
Azulejos de pared rústicos
Continuando con los revestimientos murales, si tu vivienda es de dimensiones reducidas o quieres un toque algo más clásico, sustituye el ladrillo por unos azulejos de cerámica.
Ya sea cubriendo por completo la pared o combinándolo con una cenefa, el azulejo cerámico artesanal aportará una estética original a tu salón, pues no existen dos iguales.
Por otro lado, si no quieres renunciar a nada, siempre puedes aunar el ladrillo rústico con los azulejos para separar dos espacios. Esta alternativa es perfecta si, por ejemplo, tu salón está abierto a la cocina y quieres diferenciar cada área manteniendo una misma línea estética. Incluso en los espacios concebidos como planta abierta es importante delimitar las zonas dependiendo de su funcionalidad para dar coherencia al conjunto.
Suelos rústicos
Otra apuesta efectiva que puede ayudarte de cara a conformar el interior de la estancia son los suelos rústicos de baldosa. Las superficies imperfectas y rugosas son definitorias de esa estética de campo que estás buscando. En este sentido, el barro cocido es perfecto para conseguir el propósito.
¿Quieres innovar y salirte de lo preestablecido?
Mezcla el suelo de baldosa con mosaicos y rosetones cerámicos artesanales. Para que la combinación no resulte demasiado arriesgada, mantén siempre la armonía de la habitación. Si te decantas por esta idea, el mobiliario deberá ser minimalista y escaso. De esta manera no solo mantendrás el equilibrio, sino que, además, harás del suelo el auténtico protagonista.
Detalles en la decoración
Tanto lo rústico como lo industrial se nutre fundamentalmente de los tonos crudos, los marrones y el negro. Los colores tostados, el beige y los blancos remiten a esas casas mediterráneas a pie de playa y los negros y los marrones, a la elegante sobriedad de un loft fabril. Aunando unos con otros tendrás un buen punto de partida sobre el que empezar a desarrollar este estilo.
Si bien la paleta cromática es fundamental, la auténtica clave para que funcionen juntos en la estancia está en agregar texturas y materiales naturales diversos.
En general, las líneas del mobiliario deben ser rectas y simples para no sobrecargar la habitación, y debes elegir bien el material que escojas para cada uno de los muebles. La madera con veta visible (en su color o lacada), la piedra, el hierro y el metal no pueden faltar para dar ese aspecto natural y artesano. Ten en cuenta a la hora de conformar la decoración rustica para el salon que el metal pulido tiende más hacia lo industrial, mientras que el mate o cepillado remite a lo rústico.
Sillas de madera, sofás de cuero, vasijas cerámicas, alfombras de tejidos naturales como el yute o la lana… Pocos elementos pero bien escogidos son el factor principal para completar la atmósfera campestre de un salón que habla por sí solo del propietario.
¿Qué opinión te merece la decoración rústica industrial?
Como ves, unir dos corrientes en apariencia antagónicas es mucho más fácil de lo que parece. Solo debes pensar en los elementos que tienen en común y no abusar de los accesorios. Con una buena base en paredes y suelos, lo demás será coser y cantar.
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