Esta vivienda contemporánea, diseñada por el prestigioso arquitecto Vicente Martínez Gadea, destaca por la combinación de la modernidad del vidrio y el hormigón con la calidez perdurable del ladrillo rústico manual. La fachada adquiere un gran protagonismo gracias al uso de ladrillo artesanal, dispuesto en patrones geométricos que generan textura, ritmo y un atractivo juego de luces y sombras a lo largo del día.
El proyecto pone en valor la tradición constructiva mediterránea, reinterpretándola desde una mirada contemporánea. La utilización de este material noble no solo refuerza la identidad de la vivienda, sino que también aporta autenticidad, durabilidad y un carácter único, dialogando con el entorno natural y transmitiendo la esencia de lo hecho con oficio.
La obra consigue un equilibrio perfecto entre innovación arquitectónica y tradición material, convirtiéndose en un ejemplo de cómo el diseño actual puede apoyarse en técnicas y materiales de siempre para proyectar viviendas de vanguardia.