El proceso de creación de nuestras baldosas y ladrillos de barro cocido comienza con la selección de arcillas en nuestras canteras.
Es aquí donde después de minuciosos ensayos elegimos una u otra arcilla con la que elaboraremos nuestros materiales.
Muy preocupados y concienciados en el respeto al medioambiente tenemos la cantera y taller en la misma parcela, con esto conseguimos un alto ahorro energético y que la huella verde sea la mínima.
En la cantera vamos triturando y secando la arcilla dejándola con un tamaño de grano adecuado para la elaboración.
De aquí la llevamos a los silos de almacenamiento donde la dejaremos años reposando para utilizarla cuando la necesitemos. Las arcillas en reposo van cambiando sus características físico químicas y se ven mejoradas.
El siguiente paso de la fabricación es la obtención de la pasta arcillosa, el barro. Para ello mediante el paso de la arcilla ya seca por molinos y cribas va quedando un fino polvo que mezclado con agua da lugar al BARRO con un grado de humedad óptimo para la elaboración.
El barro también lo dejamos reposar unos días para su correcta homogeneización.
Pasamos ahora al proceso de moldeo; es aquí donde el barro –materia sin forma definida- se convierte por primera vez en ladrillo, baldosa, peldaño o cualquier otro pieza especial de barro que fabricamos.
Mediante el uso de moldes de madera , el artesano da forma al barro consiguiendo así formas cuadradas, rectangulares, octogonales etc.
Estas piezas las dejamos secar lentamente, proceso que puede durar 2 ó 3 semanas antes de llevarlas al horno para su cocción.
Todas las tareas son importantes, pero, la cocción es uno de los capítulos más importantes y delicados.
Una vez el horno está cargado completamente procedemos a la cocción, esta tarea nos lleva una semana (con sus días y noches). La energía necesaria para la misma la obtenemos combinando varios combustibles naturales como son; madera de pino procedente de podas forestales controladas o agrícolas, cáscara de almendra y hueso o orujillo de aceituna.
En la cocción combinando tiempo y temperaturas entre 1000/1050 º C., provocamos en la arcilla el cambio en la estructura cristalina y molecular y sus cualidades físico químicas, obteniendo una materia totalmente diferente que es lo que andamos buscando; TERRACOTTA NATURAL, pero, para ello aún tenemos que esperar otra semana dejando el horno enfriar lentamente hasta llegar a temperatura ambiente.
Una vez el horno se ha enfriado procedemos a la clasificación de los materiales y embalaje de los mismos siguiendo los requerimientos de nuestros clientes.
Con este minucioso método de trabajo obtenemos las auténticas baldosas de barro cocido.
Todo hecho a mano 100 %, no utilizamos ni en la composición de las arcillas ni en la cocción productos químicos. Es totalmente natural y pueden ser usados en Bioconstrucción.
Contamos con ensayos de laboratorio tanto de las baldosas de terracotta como de los ladrillos manuales emitidos por un laboratorio acreditado externo a nuestra organización.
Uno de estos ensayos mide la radioactividad con un medidor Geiger dando como resultados (µSv / hr (microsievert por hora) y mSv / hr (milisievert por hora) ) 0´0, lo que quiere decir que nuestros materiales no emiten ningún tipo de radioactividad.
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